Opinión y reflexión

La migración es una realidad humana compleja y constante. Detrás de cada número o estadística hay personas con historias profundas, como Ana desde desde Venezuela, que dejaron su país por necesidad, esperanza o sobrevivencia. A nivel global y regional, los flujos migratorios están marcados por causas económicas, sociales, políticas y ambientales, y afectan a millones de personas. Aunque parezca que los grandes cambios solo los generan gobiernos u organizaciones, cada persona puede marcar la diferencia. Incluso alguien solitario tiene el poder de ayudar: informándose, compartiendo, donando desde casa o simplemente escuchando con empatía. No se necesita estar rodeado de multitudes para actuar con humanidad. Comprender la migración desde las historias y la empatía nos permite ver más allá de los prejuicios y acercarnos como sociedad. Porque ayudar no es cuestión de cantidad, sino de intención y compasión.